Hoy hemos vuelto a caminar, esta vez unos 14km entre ida y vuelta para llegar a El Forau de Aigualluts, un punto donde las aguas de los neveros del Aneto desaparecen para ir a parar al Valle de Arán. La zona y las vistas no dejan indiferente a nadie, de hecho, es uno de los puntos más visitados de la zona y la afluencia de visitantes lo demuestra.
Después de comer y una bien merecida siesta, Joaquín nos ha llevado de excursión al rededor de Biescas, para conocer el Chinebro milenario que hay cerca del pueblo así como las pozas, un buen lugar donde refrescarse en verano.