La Tolosarra visitó ayer el Mendifilm, para participar, junto a otras grandes de la montaña, en el Panel Talk: Women at the Top. Tal y como relata en su libro Catorce veces ocho mil, llegar a la cima de las catorce cumbres más altas del planeta no es un reto fácil: hay que superar muchos obstáculos, saber rendirse ante la montaña y superar la pérdida de amigos y compañeros.
BasurdeEditions: En primer lugar enhorabuena por todos tus retos superados! Lo que más me gustaría es conocer a Edurne, qué hay detrás de la montañera.
Edurne Pasaban: Sí, gracias! Yo creo que Edurne es una chica normal, que se ha criado en el País Vasco, en un entorno familiar muy normal. Nunca he pensado en la escalada, no era una actividad que estaba en mi entorno, pero un día apareció por los amigos que tenía al rededor y por el Club de Montaña. Me enamoré de poder salir, escalar y estar al aire libre y poder viajar. De esto surgió poco a poco todas las cosas que he ido haciendo hasta llegar a subir los 14 ochomiles. Pero en esencia queda la educación y la base que te han dado en casa, Edurne es una chica de Tolosa, de 44 años, con su familia, su cuadrilla de amigos y que se ha dedicado a escalar montañas.
BE: Como has evolucionado desde que hace 7 años te proclamaras la primera mujer del planeta en coronar las cimas más altas?
EP: Todo este tiempo ha pasado muy rápido, no? Llevaba 10 años inmersa en el alpinismo, de expedición en expedición y cuando termina tienes un vértigo terrible porque ¿qué hago ahora después de estos diez años, cuando después de una montaña había otra? He aprendido a vivir más tranquila, con otros objetivos y encontrando mi sitio aquí, en el día a día ya que el aterrizaje después de la montaña no es fácil. Me dedico a dar conferencias y a dar clases en universidades. A pesar de no haber tanta aventura en mi vida, soy feliz.
BE: Qué opinas de las expediciones comerciales al Everest? Realmente tienen un sentido o crees que entorpecen al ‘auténtico’ alpinista?
EP: Es una pregunta difícil de contestar porque es una realidad que hay desde hace muchos años. Cada vez son más habituales las expediciones comerciales tanto al Everest como a otras montañas y no es una cosa que se pueda prohibir, ya que no se puede negar a alguien que tenga una expedición llevarla a cabo pero sí que es una pena ver a algunas personas que no viven el alpinismo como lo vives tu o yo, empezando desde pequeños en el Txindoki y pasando a los Pirineos, Alpes, etc. Ahora, si quieres ir al Everest en mayo ya sabes lo que te encontrarás y si quieres evitarlo puedes hacer como Alex Txikon e ir en invierno, o tomar otra de las muchas rutas que tiene el Everest.
BE: Hay equilibrio entre el alpinista y el patrocinador o crees que es el patrocinador tiene más peso a la hora de escoger los retos?
EP: No sé cómo está ahora mismo el tema de los patrocinadores, pero en mi caso, tuve grandes patrocinadores en mi carrera desde el 2009 cuando me faltaban tres montañas de ocho mil metros, ellos apostaron por un reto que era terminar los 14 ochomiles junto a mi. Mis expediciones antes y después de tener grandes patrocinadores fueron iguales, no notaba presión, yo me sentía igual, como un compañero más que apostaba por nosotros. Creo que seguirá siendo así.
BE: Yo tengo mucho vértigo, crees que es posible tener miedo en el alpinismo o es más una respuesta lógica del cuerpo frente a una situación de riesgo?
EP: Sí que tienes miedo, de pasar por una zona peligrosa como una zona de avalanchas o una grieta; o dormir en una tienda a 7000m y escuchar avalanchas y no saber si una de esas te va a caer encima. El miedo está ahí. y hay que tener el suficiente control para que no te paralice y poder hacer las cosas. A veces no lo consigues y te das la vuelta y no vas más y otras veces lo sabes gestionar. El miedo es un compañero más.
BE: Podíais navegar por todo el río o había alguna zona que teníais que salir del agua?
EP: Hay algunas secciones que son infranqueables: el río se mete por debajo de rocas y te puedes quedar atascado por lo que resulta muy peligroso, si tras analizar la zona se observa que es imposible pasar, hay que salirse del agua, caminar y montarse aguas abajo.
BE: Estás involucrada en el couching empresarial, a parte de esta labor que desempeñas tienes pensado volver a hacer alguna expedición?
EP: Quizás algún día sí, de momento tengo un hijo de 7 meses y ahora es mi prioridad. No me gustaría decir que ya me he jubilado y que nunca más voy a volver a una montaña ni a una expedición, porque estaría mintiendo, no es lo que siento. No descarto la posibilidad de realizar una expedición en un futuro.
BE: Como mujer alpinista, como ha evolucionado la mujer en la montaña desde tus comienzos? Has abierto puertas a las nuevas generaciones?
EP: Seguramente somos un referente para las jóvenes de hoy en día, pero yo no veo mucha mucha diferencia, es verdad que hay más mujeres que hacen montaña y quizás en el tema profesional estará más o menos igual que como cuando lo hice yo, pero sí que se ha creado mucha afición y ahora son más las mujeres que van al monte y que hacen escalada. Creo que hemos podido aportar algo.
BE: En una entrevista comentas que hay que llevar la mochila llena de pasión, qué le recomendarías a alguien al que no le apasiona su trabajo, su día a día?
EP: Que busquen la pasión en otras cosas. Cuando hablo en las conferencias para las empresas que hay que llevar a cabo las tareas con pasión, y a una persona no le apasiona el trabajo que hace, es importante que encuentre la pasión en otras cosas para que dé sentido a que vaya ahí todos los días a trabajar 8 o 10 horas. Es importante que todos tengamos algo que nos apasione, a veces el día a día nos bloquea encontrar esta pasión y tenemos que buscar el tiempo para cada una de las cosas y poder hacer lo que nos gusta a cada uno. Todos tenemos obligaciones con el trabajo, la familia, pero la persona tiene que encontrar este tiempo.
BE: Muchas gracias por todo Edurne!
EP: Gracias Ion!