Lo más importante es el calzado. Hay que llevar unas botas que nos agarren los tobillos para evitar torceduras, que tengan buena suela y que sean impermeables y transpirables.
En cuanto a la ropa, se deben seleccionar las prendas en función de la época del año en la que realicemos la excursión. Hoy en día existen numerosos tejidos especializados para el senderismo (ligera, transpirable y confortable).
Es recomendable llevar pantalones largos para evitar roces con la vegetación. La ropa de abrigo puede llegar a ser fundamental, por lo que debemos incorporar al equipo un polar o un cortavientos. Para proteger la cabeza en verano es recomendable llevar una gorra o visera de manera que evitemos un golpe de calor. En invierno, un gorro y unos guantes son fundamentales ya que es en las extremidades por donde se pierde el calor corporal. Unas gafas de sol protegerán los ojos tanto en verano como en invierno (para la nieve).
Durante las excursiones viene muy bien llevar bastones, ya que ayudan a mantener el equilibrio y evitan que las piernas se fatiguen, al repartir la carga en los brazos. Los mejores son los telescópicos, ya que se pueden regular en altura para adaptarlos a la anatomía de cada uno.
Otro elemento básico es la mochila y mejor si es adaptable con correas de sujeción en cadera y pecho para que la carga no se desplace mientras se camina. Es aconsejable no cargar más de un 10% del peso corporal.