Después de 52 días sin mi iPhone, este pasado 3 noviembre me llegó el nuevo iPhone X, la edición especial que la manzanita acaba de sacar para ‘festejar’ el décimo aniversario del teléfono.
Hacía una semana que había conseguido reservar el aparatito en tan solo tres minutos desde la apertura de las tiendas, lo que me garantizó una única semana de espera. Así, la mañana del viernes, mientras atendía a los clientes, apareció el mensajero con el tan deseado teléfono y es que no es fácil pasarse dos meses en Android con un teléfono medio, cuando llevas unos 8 años en iOS, y además el movil sustitutivo no tenía las prestaciones fotográficas que necesita un adicto a la fotografía como yo.
Emocionado con mi nuevo juguete, nada más finalizar la jornada laboral, me calcé mis zapas de trail y me fui hasta Susperregi, un pequeño caserío a unos 20 minutos de Donosti, desde donde parten varios caminos y senderos por los que disfrutar de la naturaleza. Una vez allí, me dispuse a hacer un recorrido nuevo que descubrí hace poco: 6km y 267m de desnivel positivo subiendo al Pertxel (537m) y al Aldura(544) y luego de vuelta al punto de partida desde el collado de Malbazar.
A continuación os dejo con las fotos que saqué de esta zona tan bonita de Gipuzkoa:
Análisis del terminal.
Como puntos negativos del teléfono tengo que recalcar que, al igual que con el 7 Plus, al ampliar las fotos se nota que tienen un acabado ‘acuarela’, al menos cuando se usa el 2X, y es una cosa que no me gusta nada y no me termina de convencer, sobre todo para un teléfono que cuesta de más de 1000€. Por otra parte, para ser un móvil del que alardean que es todo pantalla, entonces por qué la propia app de fotos de apple no aprovecha toda la pantalla? A la hora de tomar fotos quedan dos espacios negros, uno en la parte superior y otro en la inferior que hacen que la zona reservada a la cámara sea prácticamente igual que en un iPhone 8/7/6S.
Lo más destacable es que tenemos un terminal que aprovecha la doble cámara en un tamaño realmente cómodo y práctico, sobre todo si quieres ir a correr al monte como yo, ya que entra en casi cualquier bolsillo (y no como la versión Plus). En cuanto al FaceID, funciona como la seda y es mucho más sencillo que el TouchID, ya que no hace falta hacer nada más que deslizar el dedo hacia arriba. Además, con las manos mojadas ahora no falla como antes, ya que no te tiene que leer la huella dactilar.