Un finde con pronóstico de lluvia comienza, y sin querer suena el despertador a las 7:00, un aviso que tenía que haber quedado desconectado la noche anterior. Poco a poco me voy despegando las sábanas, mientras Nika, que ya se ha despertado, comienza a lamerme toda la cara para darme los buenos días a la vez que agita el rabo como si fuera una bandera proclamando la llegada del fin de semana. Mientras me voy acicalando un poco en el baño, compruebo la previsión del día y sorpresa: la lluvia no parece que vaya a hacerse notar hasta las 11 de la mañana!
Me pongo el chandal y unas zapatillas, no las buenas de hacer trail running, sino una de esas sencillas, de las que suelo denominar multiuso, de esas que valen para el gym, para ir a correr, para bajar al super a comprar huevos y tras ponerle el collar y la correa a Nika, saltamos a la calle a que haga sus necesidades a la vez que nos damos un paseo para «estirar las piernas». En ese momento no estaba pensando más que en recorrer unos 4 o 5km, nada serio, por lo que decido subir al barrio de Alza para que la caminata tenga algo de desnivel.
En mi vuelta habitual, al llegar hasta Alza solíamos bajar hasta Herrera y desde ahí volver por el bidegorri (carril bici en euskera) hasta casa. Pero, esta mañana he decidido que podría ser interesante llegar hasta la playa de Gros para que Nika se desfogara un poco corriendo. Enseguida he empezado a imaginarla corriendo por la orilla del mar, feliz y libre, y entonces se me ha ocurrido algo mucho mejor! Porque no subir hasta el mirador de Ulía y volver a casa desde ahí corriendo por el Talaia Bidea? Así pues, hemos tomado la carretera que se desvía en el reloj de Ategorrieta hasta llegar a dicho mirador, aprovechando para ver las magnificas vistas de Donosti durante el amanecer gris de hoy.
Entre las subidas y bajadas poco tenía que hacer contra Nika, madre mía cómo le gusta correr! Difícilmente le seguir el ritmo, así que la pobre no ha hecho más que girarse a ver si el medio inútil de su amo seguía por detrás. Claro que antes tenía un poco más de aguante y era capaz de ir un poco más rápido, pero poco a poco hay que ir superándose y tomar fondo para avanzar, así que algún día espero llegar a correr de seguido sin poner la excusa de sacar una foto para aprovechar y tomar un mini descanso.
Es gratificante encontrarse con gente que, al igual que tú, le gusta practicar el deporte en la naturaleza e ir superando obstáculos poco a poco. Aquí os dejo algunas fotos del día de hoy:
Después de llegar a Puntas, toca ir casa pero esta vez caminando para relajar un poco los músculos, y por que no decirlo, descansar, que ya me estaba quedando sin fuerzas. A lo tonto me he recorrido 5,25km desde casa hasta el mirador, luego corriendo otros 5,5km desde el mirador hasta Puntas, y para acabar casi 3,5km andando. Así normal que después de todo este ajetreo mañanero, no ha quedado más remedio que pegarnos al sofá después de comer!
Esta es una ruta que como me queda cerca de casa suelo hacerla de vez en cuando pero es muy recomendable por las vistas. Más info sobre esta ruta aquí: Camino de Santiago de Pasajes a Donosti.