Yo no sé qué te diera por un euro!
Por un dorsal, un mundo;
por una cima, un cielo;
por un euro… ¡Yo no sé
qué te diera por un euro!
Así, emulando aquella rima de Gustavo Adolfo Béquer quiero empezar este post, adaptando aquél poema de amor a lo que más me gusta: correr por el monte.
Y sí, eso es lo que me gusta porque estás en contacto con la naturaleza. También es sufrimiento, pero a la vez tiene mucha satisfacción y superación personal. Si a eso, le sumas mezclarte con más gente igual de loca que tú; lo juntas con aplausos, gritos y ánimos en esas cuestas infernales y lo aderezas con puntos de avituallamiento con grandes voluntari@s, entonces ya es lo más!
Eso es en parte lo que me gusta de las carreras de montaña, recorres nuevos valles y montes, conoces a buena gente y haces deporte. Pero claro, todo esto tiene un coste (además del físico y mental)… Y es que esto de correr por el monte es una actividad que sin darte cuenta te vacía el bolsillo, aunque te lo administres, porque es un saco sin fondo.
El gasto.
Claro! La pasta gansa! Por un lado tienes el material (que no es nada barato): zapatillas, ropa, bastones, mochila, otros complementos… Por otro lado la alimentación para la carrera: geles, barritas, pastillas de sal… Luego están las cremas para los dolores musculares, los complementos alimenticios para evitar lesiones, las vitaminas, etc… Y ya si eres de los ‘inutiles’ como yo, que no sabe entrenarse solo… viene la gorda: El entrenador Alvaro Rivas, (que he llegado a tener dos a la vez) y, cómo no! no hay que olvidares del gimnasio/polideportivo para los ejercicios de fuerza tan importantes!
En cuanto a lo físico, como empieces con dolores musculares, tendinopatías o achaques de la edad… ya estás acabado económicamente! Porque no queda más remedio que ir al fisioterapeuta (fizain) y/o al masajista (Josema Lobo) y gastarse más dinero en tu propia salud.
Y hablando de salud… queda el punto crítico: la alimentación. Yo, que encima soy un VAGO (sí, sí, en mayúsculas) para cocinarme la comida, no me queda más remedio que, para las carreras muy largas (50k o más), contratar a Eva Arguedas, una nutricionista muy simpática para que me lleve por el buen camino de la alimentación.
Así pues, desde que comienzas a entrenarte estás perdiendo dinero. Pero es que… AUN HAY MÁS!! ya que a todo esto, hay que añadirle la tasa de la federación de montaña, que obligatoriamente ha de hacerse a través de un club de montaña. Para rematar, toca añadir el gasto que supone ir a una carrera: Si la carrera no está cerca de tu domicilio, entonces tienes que gastar en el viaje: alojamiento, coche, gasolina, comer fuera…
El dorsal…
Uy! El dorsal! Parece que con tanto gasto se me olvidaba el dorsal… Pues no! Lo tenía muy en mente todo este rato. Y sabes porqué? Porque aquí llega nuestro papel más importante como corredores populares.
Esta semana se han abierto las inscripciones para la famosisisisima Zegama-Aizkorri. ¿¡Y quién no quiere participar en el sorteo!? ¡Yo mismo me apunté para la del 2023! Sin embargo, la campanada (o, desde mi punto de vista, la gambada) la han dado al cobrar un euro por participar en el sorteo alegando gastos de gestión. ¡Yo no sé qué te diera por un euro!
¿A caso es mucho dinero un euro después de todo lo que nos gastamos? No, EVIDENTEMENTE NO! ¿Importa mucho gastarse un euro en un sorteo? No, está claro que no! Pero ¿acaso no crees que debería importarte? Y es que hagamos números: El año pasado se inscribieron más de 13.000 personas. ¿Realmente le van a cobrar 1€ por persona para realizar un sorteo a una carrera tan importante cómo ésta? Lo dudo mucho y encima teniendo en cuenta que recibe ayudas de organismos públicos como el Gobierno Vasco, la Hacienda Foral de Gipuzkoa (por triplicado) además de ayuntamientos y mancomunidades y empresas privadas.
Pero este no es un caso aislado. Mismamente, el año pasado me fui a inscribir en la CDH Camins de Hèr de UTMB by Val d’Aran. Lo que me dejó perplejo fue que los cargos de gestión que eran del 10% (creo) del importe total (es decir, que si añadías extras al dorsal, también le aplicaban dicho porcentaje).
Y repito la pregunta, ¿te supone mucho dinero ese incremento? ¿o esos añadidos que van poniendo en la inscripción? No, pero las empresas que organizan las carreras, se embolsas mucho, no, MUCHÍSIMO DINERO EXTRA!
Corredores populares.
Soy de los que creen que esos gastos de gestión, que de antemano saben cuanto es, debería estar dentro del precio del dorsal. Soy de los que piensan que este tipo de carreras TOP, tienen beneficios suficientes como para evitar este tipo de sobrecargos. Soy de los que opina que estas carreras se han hecho visibles gracias a los élites. Los vencedores más famosos han hecho de imán, como un faro que nos avisa que ahí se disfruta del trail. Pero estoy convencido de que somos los corredores populares los que sostenemos las carreras. Acaso no hay carreras que han desaparecido porque no vendían dorsales suficientes? De ahí mi reflexión:
¡Yo no sé qué te diera por un euro!